Mudanzas con niños, algunos consejos

13 de marzo de 2014

Mudanzas con niños, algunos consejos

Que una mudanza, sea en Bizkaia, Bilbao o de caracter internacional, siempre va a suponer grandes cambios para una familia es algo que nadie duda. Y dentro de la familia están unos «pequeños seres» que seguramente se van a ver más afectados dado que no participan de manera directa en la decisión del traslado. Las mudanzas suponen para los niños un gran cambio en mitad de su camino: nueva casa, quizás nuevas amistades, nuevo pueblo, una escuela diferente,… grandes cambios para los que debemos estar preparados y de los que familias y empresas de mudanzas somos responsables. Nosotros somos expertor en mudanzas, y por ende en grandes cambios, sin embargo nos hemos puesto en manos de un psicólogo para que nos de una serie de apuntes sobre cómo afrontar correctamente el traslado de una familia. Gracias a Germán Cortazar, psicólogo clínico, por sus sabios consejos.

 

 

Está claro que cada edad conlleva una serie de problemas a la hora de afrontar una mudanza. Y está claro también que no es lo mismo una de carácter local que una internacional. También es cierto que contra más pequeños sean los niños más fácil parecera el cambio. No obstante, no os podéis hacer idea del trauma que puede significar para un peque ver como desconocidos guardan sus juguetes en cajas de cartón. ¡Todo un trauma, vamos!… Así, indistintamente de la edad el primer consejo es comunicarse con ellos; hay que explicarles la situación real, el motivo por el que hemos tomado la decisión de mudarnos y de esta manera les ayudaremos a asimilar el traslado.

 

mudanzadibujoMCRRecomiendo encarecidamente que, en mudanzas en Bilbao, o cerca del domiclio de origen, los niños vean de antemano cuál será su proximo lugar de residencia, que conozcan la casa, aceptar, porque no, opiniones respecto a la misma. Otra segunda cosa que podemos intentar es hacérles partícipes de la mudanza, por ejemplo ayudando en la decoración de su cuarto y en la manera que organizaremos el traslado de sus cosas. Y es aquí donde se nota una buena empresa de mudanzas: en la visita previa, en el servicio de cajas para el embalaje de enseres personales o en el mismo día en la atención de los más pequeños de la familia. Con todas estas acciones tratamos de mostrar las ventajas del cambio y la importancia de realizar proyectos conjuntos de nueva vida.

 

La parte más dura de toda mudanza es la separación de sus amigos y de un entorno que por conocido les resulta seguro. El seguir manteniendo contacto puntual con su «vieja vida» es importante. Obviamente cuanto mayor sea el niño o la niña más duro separarse de sus amistades, optimismo y comprensión serán claves. El miedo al rechazo en su nuevo espacio puede provocarles sentimientos de frustración, angustia o inseguridad. Por eso debemos estar vigilantes ante posibles cambios de conducta que nos alertarán de su estado anímico. Implicarse directamente en las actividades que puedan ofertar en el nuevo sitio (deportes, grupos de música, tiempo libre, eskaut, etc.) y participar activamente en ellas junto a los hijos, facilita la integración.

 

Una cosa fundamental que no debemos olvidar es que la decisión de la mudanza la tomamos los adultos sin contar con los niños; así, sea cual sea la causa del traslado un niño no la entenderá si no nos tomamos el tiempo necesario para explicarle la razón de la misma.

 

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